lunes, 7 de marzo de 2011

Prevención de incendios en el hogar


Independiente que el tiempo de respuesta que desarrollan los distintos cuerpos de bomberos a lo largo del país es considerado como el más rápido de los servicios de emergencia que atienden una ciudad, comuna o localidad, si los afectados por un siniestro no saben cómo reaccionar ante un eventual incendio en su hogar, no servirá de mucho que un carro bomba llegue en 4 minutos. El daño estará hecho.

Lo cierto es que prevenir es mejor que curar y más importante que tener la certeza de la rápida respuesta de bomberos, es reconocer – y rectificar- aquellos errores más recurrentes que ocurren en una casa cualquiera y son potenciales causantes de un incendio, capaz de destruir todo lo que ha cimentado tras una vida de trabajo, o lo que es peor aún, incluso terminar con la vida de un cercano.

No existe un orden determinado al momento de establecer a que cosas se debe prestar atención primero, pero un ejercicio simple sería comprobar que la llave de paso del gas esté cerrada, cada vez que se deje de utilizar el combustible o bien, cada vez que no haya moradores en el domicilio.

También, es común que al momento de cocinar se abran puertas y ventanas con la idea de ventilar los olores que puede generar la preparación de algunos alimentos. Eso sí, al mismo tiempo se está generando una doble circulación de aire que en algunos casos podría apagar la llama de la cocina. El peligro de inflamación que implica una acumulación de gas es alto, y sus consecuencias pueden ser incluso fatales. Utilice una campana y si no es posible asegúrese que la ventilación no lo ponga en peligro.

La inflamación del aceite en la sartén nunca debe extinguirse con agua. Sofoque el fuego con la tapa de la sartén. Otro descuido usual lo pueden constituir tablas para manipular alimentos (por lo general de madera o sintéticas) y los paños de cocina, objetos que son colocados muy cerca de la llama de la cocina. Al tratarse de elementos sintéticos o de madera, son otro potencial factor de riesgo. Mantenga la limpieza de la cocina: el exceso de grasa podría ser una trampa evitable.

Un olvido habitual es la plancha. Muchas veces ésta queda enchufada cuando se atiende el teléfono o alguien llama a la puerta. Es fácil que el tiempo transcurra sin percatarnos del descuido, debiendo lamentar posteriormente un accidente. Lo mejor es crearse el hábito de desenchufarla cada vez que se ausente por algunos minutos a atender otros asuntos.

Además de representar cierto grado de peligro si son manipulados por menores de edad, algunos productos de limpieza como aerosoles y aguarrás son altamente inflamables. Por eso, deben mantenerse almacenados en lugares de difícil acceso para los más chicos del hogar, y lejos de alguna fuente calórica, como el calefón, una estufa y la propia cocina.

¿El placentero cigarrillo en la cama?

Muchas personas consideran que el hábito de fumar les provoca cierta sensación de tranquilidad o simplemente lo disfrutan estando acostados. Lo que ignoran, quizás, es que el cigarrillo es causante de un gran porcentaje de incendios en el hogar. Mucha gente se queda dormida con éste encendido, despertando (si es que lo consigue) con su entorno envuelto en llamas. Por eso, si decide fumar en la cama, piénselo dos veces. En el peor de los casos, si su adicción puede más que usted, adquiera un cenicero hondo. Además, cerciórese que las colillas estén bien apagadas cuando las deposite en la basura.

Si su hogar cuenta con una chimenea y durante el invierno es el método de calefacción preferido, asegúrese que al momento de ir dormir, o salir del domicilio, no haya fuego en esta. Basta una pequeña brasa para iniciar un incendio. Si utiliza calefactores a parafina, haga limpiar los ductos de ventilación todos los años.

Cuando ocurren incendios desarrollados de noche, por lo general, al momento de la detección, éste ya tiene proporciones difíciles de controlar por una persona sin la preparación adecuada en la extinción de incendios. Ante esta situación, identifique y planee con anterioridad las posibles rutas de escape, comuníqueselas a su familia y practíquelas desde cada una de las habitaciones que posea su hogar.

Asegúrese que las ventanas no estén trancadas (ni adheridas con pintura), ya que estas podrían ser una vía de escape. Y enséñele a su familia que desplazarse agachados cuando ocurre un incendio en nuestro alrededor es la manera más segura de sortear los efectos del humo y es una oportunidad de escapar.

Para que estas recomendaciones básicas tengan de prevención de incendios tengan resultados positivos, es imprescindible que sean conocidos y enseñadas a todos los integrantes del grupo familiar. Hay algunas tareas que por su naturaleza, solo los más grandes podrán desarrollar, sin embargo, marcar el número correcto al momento de llamar a bomberos e indicar la información precisa -¿Cuál es la emergencia? ¿Dónde ocurre? ¿Cuál es la dirección exacta? ¿Cuál es el número de teléfono desde donde llama?- son acciones que los más chicos deberían conocer y aplicar en caso de ser necesario. Enséñeles a sus hijos la utilidad que tiene el fuego, pero a la vez, déjeles claro los daños que puede provocar el fuego si es manipulado de manera irresponsable.

Fuente publicda en http://www.bomberos.cl

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